Cómo Realizar un Proyecto de Inversión Financiero para Establecimientos de Retail o Restauración
Abrir un establecimiento de retail o restauración puede ser una excelente oportunidad de negocio, pero también conlleva riesgos. La clave para minimizar estos riesgos y maximizar las probabilidades de éxito radica identificar dichos riesgos y plasmarlos en la creación de un proyecto de inversión financiero bien estructurado.
Este artículo detalla los pasos esenciales para desarrollar dicho proyecto, desde la definición de objetivos hasta la evaluación de la rentabilidad.
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Definición de los Objetivos del Proyecto
El primer paso es definir claramente qué tipo de negocio se quiere abrir y sus metas financieras. Esto incluye determinar:
- El tipo de establecimiento y flujos se inversión, ingresos y gastos que se derivan de este tipo de negocio.
- La ubicación y el público objetivo. Que tendrá fuerte influencia tanto en costes como en conclusiones sobre por ejemplo el número de clientes necesarios para alcanzar el Punto de Equilibrio.
- Objetivos específicos, como ingresos mensuales deseados, rentabilidad proyectada y plazos de recuperación de la inversión.
Un objetivo claro facilita la planificación y permite medir el éxito del proyecto. He encontrado en mi carrera profesional Comités de Empresa que, por ejemplo, exigían un EBITDA mínimo previsto para decidir una inversión.
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Determinación de la Inversión Inicial
Personalmente, considero que Inversión es todo el montante económico de que necesito disponer antes de “abrir la persiana” y que razonablemente va a estar inmovilizado en el negocio durante toda la duración del proyecto.
Para esto necesitamos identificar todas las partidas que componen la inversión de nuestro proyecto y elaborar un presupuesto detallado que permita calcular la inversión inicial necesaria. Los principales costos pueden incluir
- Inmovilizado Tangible. Entre otras partidas encontraríamos: Obras de adecuación, mobiliario, maquinaria, equipamientos, etc. y evidentemente la posible compra del local.
- Inmovilizado Intangible. Podría incluir partidas como el software, licencias de marca o incluso cánones de entrada si se tratara de una franquicia. Una de las partidas principales podría ser los traspasos muy importantes en el sector de la restauración.
- Inmovilizado Financiero. En este caso tendríamos como ejemplo las garantías obligatorias y adicionales que nos exigen por el alquiler del local.
- Gastos Establecimiento. Esta partida da lugar a muchas dudas y en determinadas ocasiones puede ser discutible. Puede incluir partidas como una campaña de lanzamiento o los gastos de establecimiento previos.
- Necesidades Operativas de Fondos. Normalmente, y este es un criterio personal, realizo una previsión de la tesorería inicial necesaria para iniciar el negocio. Esta previsión, incluye los cobros y pagos estimados y entre ellos destaco por ejemplo el pago del IVA soportado de la inversión, si procede, o el pago del stock inicial.
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Proyección de Ingresos y Gastos
Previo a cuantificar tanto los ingresos como los gastos, primero hemos de identificar cuáles son los servicios o venta de productos que nos originan ingresos y cuáles son las partidas de gastos previstas.
- Ingresos previstos. En este punto, deberemos apoyarnos en datos de otros locales en caso de que los tengamos. Si no es de este modo, deberemos recurrir a estudios de mercado o en expertos del sector que nos indiquen una expectativa razonable de facturación, sin olvidar que los elementos intrínsecos de nuestro negocio serán los que determinarán si alcanzamos o no dicha facturación. También es importante en este punto determinar la estacionalidad de las ventas. En su tiempo, había negocios como las heladerías con un fuerte componente estacional en verano. Esto significa, que si abrimos una heladería en diciembre, podríamos necesitar con toda probabilidad mucho Cash Inicial para afrontar los primeros meses de proyecto
- Gastos operativos. Como he comentado en el inicio de este punto, debemos identificar dichos gastos. A destacar:
- Gastos de personal
- Coste del producto o del servicio (coste de las ventas)
- Servicios Exteriores
- Alquileres
- Amortizaciones
- Seguros
- Costes financieros
- Mantenimiento
- Etc.
Estas proyecciones deben realizarse para un horizonte de al menos cinco años, con escenarios optimista, moderado y pesimista.
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Análisis Financiero y de Rentabilidad
Finalmente, hemos de tomar ciertas variables que nos permitan tomar la decisión de invertir o no en este proyecto.
Algunos indicadores clave son:
- Punto de equilibrio: Determina cuántas ventas se necesitan para cubrir los costes fijos. Personalmente lo utilizo para determinar si una ubicación o no es adecuada dividiendo el punto de equilibrio por el ticket medio y viendo cuántos clientes por ejemplo necesito de media por mes.
- Tasa Interna de Retorno (TIR): Indica la rentabilidad esperada del proyecto; es decir, si pongo el montante de la inversión en una entidad financiera nos dará un % de rentabilidad determinada, si lo pongo en este negocio nos dará otro % de rentabilidad.
- Valor Actual Neto (VAN): Mide el valor del proyecto en términos presentes. Personalmente, este sistema no me convence ya que debemos aplicar una tasa de descuento que no es un parámetro objetivo.
- Periodo de recuperación: Cuánto tiempo tomará recuperar la inversión inicial. Concretamente, en el modelo de franquicia es uno de los parámetros más solicitados por los futuros inversores.
- EBITDA. En ciertos Comités de Empresa nos movemos por este parámetro que es el beneficio sin tener en consideración la amortización, el coste financiero y los impuestos.
Conclusión
Un proyecto de inversión financiero bien estructurado es la base para el éxito de cualquier establecimiento de retail o restauración. Este proceso no solo ayuda a prever posibles desafíos, sino que también permite optimizar los recursos disponibles y tomar decisiones fundamentadas. Si estás considerando abrir un negocio, contar con asesores expertos puede marcar la diferencia en el camino hacia el éxito.